Sabiendo que la agricultura es fundamental para el mantenimiento de la vida y que el sector agrícola depende directamente del suelo para el apoyo y la continuidad de todas las formas de vida, nos lleva hacia una mayor comprensión del suelo.
Por Gerusa Pauli Kist Steffen & Ricardo Bemfica Steffen
Importancia de la biodiversidad en los ecosistemas para la agricultura
La biodiversidad en los ecosistemas, especialmente en el ecosistema del suelo, es la base de la producción agrícola. Además, la respuesta rápida de los procesos microbianos y la estructura de la comunidad ante cambios físicos, químicos y biológicos en un ecosistema es fundamental para la calidad del suelo.
Es necesario entender que, aunque los elementos macro y micro utilizados en la agricultura son esenciales para el desarrollo de las plantas y fundamentales para obtener rendimientos esperados, las formulaciones en las que estos elementos están disponibles tienen un efecto salino en el suelo, lo que resulta en una disminución de la actividad microbiana y en interacciones reducidas entre la fracción viva del suelo y las plantas cultivadas.
Altas cantidades de moléculas químicas sintéticas pueden causar desequilibrios nutricionales, hormonales y enzimáticos en las plantas. La reducción de las simbiosis rizosféricas resulta en limitaciones tanto en la absorción de agua y nutrientes como en el efecto esencial que los exudados microbianos ejercen sobre el desarrollo y crecimiento de las plantas.
Consecuencias del uso desproporcionado de insumos externos
La consecuencia más evidente de esta limitación microbiana es la disminución de la tolerancia de las plantas a la presencia de plagas y enfermedades en el entorno. Las bacterias promotoras del crecimiento de las plantas (PGRP), las bacterias fijadoras de nitrógeno, los microorganismos solubilizadores de nutrientes, los hongos micorrízicos y los agentes de biocontrol son una alternativa para la agricultura moderna y regenerativa.
Estos microorganismos pueden permitir una reducción significativa en el uso de agroquímicos y fertilizantes minerales en los sistemas agrícolas a través de sus numerosos mecanismos de acción directa o indirecta.
Ayuda biológica para el suelo y las plantas
Los agentes biológicos pueden garantizar protección contra ataques de plagas y proporcionar fertilidad a los cultivos. Estos agentes biológicos están representados por organismos beneficiosos y microorganismos involucrados en el ciclo, fijación y solubilización de nutrientes, así como en la protección de las plantas.
Sistemas bioactivos para promover el rendimiento de los cultivos
Los estudios biodinámicos del ecosistema demuestran que es posible practicar la agricultura con un enfoque en altos rendimientos, reduciendo la inserción de insumos externos y centrándose en las interacciones biológicas en el ecosistema del suelo, que son la base de la fertilidad biológica.
Por definición, los sistemas bioactivos se refieren a sistemas en los que las interacciones biológicas brindan resultados satisfactorios en términos de productividad de los cultivos. Conceptualmente, la bioestimulación significa promover acciones que proporcionen condiciones para el aumento de la población, para la diversidad y actividad armónica de los organismos que viven en estos sistemas, para que puedan desarrollar plenamente sus actividades de manera armoniosa.
La estimulación de las plantas resulta de los beneficios proporcionados por la simbiosis microbiana. La síntesis y concentración de fitohormonas, la inducción de mecanismos de resistencia en las plantas, la biodisponibilidad de nutrientes a través de la acción de los solubilizadores y la optimización del uso del agua, todo esto proporciona ganancias de productividad, reducción de costos de producción y, en consecuencia, una mayor rentabilidad para el productor.
Fertilidad biológica para aumentar el rendimiento
La preocupación por la llamada fertilidad biológica de los suelos se ha convertido en otro eslabón de la cadena para impulsar los rendimientos. No es casualidad que los registros actuales de productividad de granos observados en muchos países estén asociados con nuevos manejos donde el reemplazo de nutrientes en el suelo ocurre de una manera nueva, utilizando fuentes organominerales, residuos animales y/o vegetales. Asimismo, estos manejos adoptan rotaciones de cultivos, utilizando cultivos de cobertura específicos para la zonificación climática y con acciones comprobadas en términos de descompactación del suelo, reducción de la presión de patógenos mediante la sinergia entre cultivos de cobertura y cultivos de granos.
Reemplazo parcial del uso de fertilizantes y pesticidas
Se sabe que la posibilidad de reemplazo parcial del uso de fertilizantes y pesticidas en cultivos a gran escala es real y eficiente. Numerosos estudios de investigación han demostrado la eficiencia del uso de un manejo correcto y herramientas biotecnológicas, que pueden reemplazar, sin pérdida de productividad y sin la incorporación de compromisos ambientales, paquetes tecnológicos insostenibles desde el punto de vista económico y ambiental.
Las tecnologías basadas en la fertilización foliar, la aplicación de enzimas y compuestos orgánicos, el uso de agentes biológicos y tecnologías de estimulación biológica se presentan como herramientas de manejo eficientes para estimular las interacciones planta-microorganismo y aumentar la productividad de los cultivos.
No hay duda de que la fertilidad biológica de los suelos agrícolas es un nivel que se puede alcanzar. Más que eso, la búsqueda de mantener la fertilidad biológica de los suelos representa un camino esencial, ya que consiste en una herramienta de manejo sólida y eficiente que fomenta el desarrollo de las plantas y la agricultura regenerativa.
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